Una fórmula a revisar

TVE lleva ya 22 años emitiendo cada 28 de diciembre una nueva edición de la Gala Inocente. Excelente idea ya que con ella se busca recaudar fondos para una causa solidaria y justa. La de este año era para ayudar a los niños con cáncer y a sus familias. Recaudaron cerca de dos millones de euros. Así que nuestra más sincera enhorabuena. Dicho esto y aceptando como animal de compañía el hecho de que todo el show es una excusa para estos fines benéficos y que más mentiras hay en el cine y en los espectáculos de ilusionistas, y nos los tragamos en aras del resultado final del entretenimiento, cabría convenir en que la fórmula de la Gala Inocente, presentada por el incombustible Juanma Iturriaga (presente desde la primera edición), Anne Igartiburu o Juan y Medio, necesita una revisión. No cuela que una sobreactuada Ana Obregón haga ver que se crea que caen meteoritos del cielo. Tampoco es de recibo que Manolo Lama no deje acabar la broma descubriendo el pastel antes de hora. Menos mal que Enrique Cerezo estuvo a la altura con las ovejas en el Wanda.