BOIG PER TU
Definitivamente, sin remedio
Definitivamente Pablo Motos no tiene remedio. O son los guionistas los culpables y él se limita a leer el cuestionario que le ponen ante los ojos o improvisa en cada entrevista en la que su interlocutor en el plató es una mujer. Cabe otra opción, que su fijación con el tema le desborde y le haga ser otra persona distinta cuando tiene que vérselas con un hombre. El caso es que Motos la volvió a liar con Lydia Valentín, la campeona de halterofilia española a la que, al cabo de los años, le han entregado la medalla de plata que ganó en los JJOO de Pekín tras la descalificación por dopaje de una de sus rivales. La entrevista discurría por los cauces normales sobre la trayectoria de una de las mejores deportistas españolas en la actualidad, lo sacrificado que es la vida de una halterófila, sus duros entrenamientos... Hasta que salió el tema: su vida sentimental privada. Y Motos, al ataque: que cómo lo hace para ligar, si tiene tiempo para hacerlo, si sus conquistas las hace en el gimnasio o en el súper... Preguntas que no venían a cuento que acabaron por molestar a una educada Valentín.