Tabarnia les excita

Curioso el caso de la ridícula Tabarnia. Lo que aquí no pasa de ser una broma, que algunos consideran patética y otros sin gracia alguna, en la Meseta les produce una excitación fantástica. En los medios televisivos es mencionarla y les entra un subidón que les hace perder el oremus. La cosa ha llegado al extremo de merecer minutos en el mismísimo Al rojo vivo, con Antonio García Ferreras haciéndose cábalas sobre cuál puede ser su futuro real en el campo político. De hecho las dos reinonas de la mañana, las objetivas e imparciales Ana Rosa Quintana y Susanna Griso se disputan al portavoz de Tabarnia, el inefable Jaume Vives, que se va alternando en los platós de Telecinco y Antena 3 para poder soltar verdaderas barbaridades. Y ahora, el foco de atención se está moviendo también hasta el presidente tabarnés, en el exilio de Madrid, un cada vez más bufón Albert Boadella que se está convirtiendo a pasos agigantados en una pésima caricatura de sí mismo. No sé si existe alguna vacuna para poner coto a tanto desatino, pero si no la hay, habría que descubrirla. Ya.