Calabazas en directo

Ciertamente Carlos Sobera está justificando el sueldazo que le cae en Mediaset desde que firmó el contrato de dedicación exclusiva. En Casa Basile lo hace absolutamente todo. El último invento que le han puesto en las manos ha sido Volverte a ver, un carrusel de emociones que, de hecho, no aporta nada nuevo, ya que es una mezcla, más o menos descarada, de otros programas similares: Sorpresa, sorpresa, El diario, Sabor a ti, Hay una cosa que te quiero decir o Hay una carta para ti. Es decir, a través de un intermediario –aquí han repescado a Gloria Camila o Sofía Cristo–, hacer venir a plató a una persona para que la otra le trasmita un mensaje, siempre buscando la lágrima fácil, que de eso se trata. De las cuatro historias del primer programa nos impactó, aunque no nos sorprendió, la de Juan, un cocinero, que quería hacerle una declaración de amor, en vivo y en directo, a su enamorada, Nasa, una chica con la que comparte trabajo. Con Sobera insistiendo, se lo dijo. Lo malo es que ella le dijo que no. Que estaba enamorada de otro. El pobre Juan se quedó a cuadros.