BOIG PER TU
Los Juegos invisibles
Vale. Ahora están de subidón tras las dos medallas de bronce consecutivas tras veintiséis años de sequía absoluta después de la de Blanca Fernández Ochoa en Albertville 92 después que su hermano, Francisco, se colgase el oro en Sapporo 74. Pero si exceptuamos la euforia puntual –y sin tampoco pasarse demasiado– por los bronces de Regino Hernández en snowboard cross y de Javier Fernández en patinaje artístico, da la sensación, viendo la televisión –o al menos así me lo parece– que los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang están pasando poco menos que desapercibidos. De acuerdo en que no son los de verano, que las audiencias son las que son y que la diferencia horaria con Corea tampoco ayuda, pero no sé... Un poco más de atención tampoco estaría de más. Para seguirlos hay que irse a Eurosport y, en abierto, a DMAX, que tampoco son un reclamo. En los informativos, que tampoco tienen demasiadas imágenes, informaciones breves, sesgadas y deslavazadas y normalmente, salvo estas dos excepciones, jamás abriendo la sección.