BOIG PER TU
¿35 años después?
Lo reconozco. No sé si son ciertas o no las acusaciones de palabra y sin pruebas de los veteranos jugadores de Malta que ahora 35 años después, aseguran que el 21 de diciembre de 1983, en el Benito Villamarín sevillano, en el histórico 12-1, los jugadores de España que lograron contra todo pronóstico –tenían que ganar de once goles– clasificarse para la fase final de la Eurocopa de Francia 84, jugaron dopados hasta el culo (con perdón) y que a los malteses les drogaron en el descanso con limones. ¿Ahora, repito 35 años después, es el momento de lanzar estas acusaciones? Recuerdo que en su día se habló y nunca se probó de que varios jugadores malteses, entre ellos el portero, jugaron untados hasta las cejas, pero fueron rumores de calle que no pasaron a más. El programa Fiebre Maldini de Movistar+ ha levantado la liebre y ayer, en las televisiones, no se habló de otra cosa. Urge una investigación y si las pruebas existen hay que castigar a los culpables, pero si no, también debería caérseles el pelo a los que han lanzado la acusación. Por el honor de los que jugaron ese día.