BOIG PER TU
Se les va de las manos
Viendo la nueva temporada de Joc de cartes (TV3) cabe ratificarse en lo que ya dijimos en la anterior. Puede que sea una buena idea, una manera diferente de presentar un reality con la gastronomía como excusa, pero da la sensación de que no acaba de encontrar la tecla adecuada para convertirse en un programa excelente. Es entretenido y con excelentes audiencias, pero no acabamos de ver las razones objetivas por las que un restaurante concursante es mejor o peor que el resto y que el presentador acabe resultando decisivo con su voto de calidad. Dejando al margen que es el cliente quien realmente premia o castiga al restaurador en el día a día, en muchas ocasiones encontramos que a Joc de Cartes le falta buen rollo y le sobra demasiada mala leche. Los concursantes parecen más preocupados en destrozar al adversario más que demostrar sus propias virtudes y también es cierto que el debate posterior, el Fora de carta de Carla Lladó, tampoco ayuda demasiado en romper esa imagen tan tópica, y por tanto discutible, de que los cocineros no se llevan bien.