Hasta el hartazgo

Ahora mismo en casa no sabemos que nos ha llegado a saturar más, si el gol de chilena de Cristiano Ronaldo o la trifulquita de la familia real a la salida de misa de Pascua. Atresmedia ha llegado a hacerlos aborrecer el gol del portugués con tantas repeticiones, sus comparaciones con otros similares y su incansable loa del cuerpo de atleta de Cristiano –su explicación de su bajísimo nivel de grasa corporal en su anatomía, la exclusiva de ayer no tuvo desperdicio– pero es que el resto de las teles cuentan y no acaban de lo que, con la excusa de una foto, no fue más que un roce de egos entre la reina emérita y la reina consorte y un gesto de niña consentida de la infanta. Aquí también hemos visto las tomas desde todos los ángulos posibles –menos en TVE, que simplemente las obviaron–, lectura de labios para acabar haciendo una cuestión de estado de una anécdota, penosa si se quiere, pero anécdota al fin y al cabo. Puestas así las cosas y llegados a este punto, quizá resulta más divertido seguir las peripecias de Cristina Cifuentes y su dichoso, y por lo que se ve, tramposo Máster.