No hay descanso en Telecinco

Mediaset le ha cogido el gusto a los reality y/o talent. Ahora mismo, el 90 por ciento de su programación, en prime time, se centra en ellos en detrimento de series y, por supuesto, largometrajes. Y el hueco que queda lo suplen con sus programas satélites, léase Sálvame o Sálvame Deluxe. Ahora mismo, en antena, tiene a Supervivientes, que le llena ya tres días a la semana; La Voz Kids, explotando el talento infantil y, desde la pasada semana, Factor X, que sin tiempo de descanso, ha sustituido a su hermano Got Talent, donde, por cierto, en una inesperada pirueta de guión, ganó, contra todo pronóstico, un poeta. Sí, han leído bien, César Brandon, al que supongo ya deben estar buscándole un editorial. Bueno, a lo que vamos, Factor X ha regresado de la mano de Jesús Vázquez, con los parámetros de siempre: exhibición, subidón, lucimiento del jurado, emoción en su veredicto y al siguiente. Y así hasta el hartazgo. La cosa, con todo, funcionó y fue líder de audiencia, básicamente por el tirón de Risto Mejide (Barcelona, 1974) y de Laura Pausini (Faenza, 1974).