BOIG PER TU
El VAR no prosperará
Observando atónito la irreductible insistencia con que unos y otros se han dedicado desde el lunes a rearbitrar el Barça-Madrid arrimando, eso sí, el ascua a su sardina, olvidándose de mencionar –aunque solo fuese de pasada– que, jugadas polémicas a banda, fue un auténtico partidazo de fútbol, me atrevería a asegurar, y parafraseando al amigo y compañero Francesc Latorre “m’hi jugaria un pésol”, de que el VAR no va a prosperar en este país si entre todos no cambiamos nuestra manera de pensar y dejamos de una vez de mirar al siglo XX y nos instalamos en el XXI. No va a prosperar porque no va ser posible juzgar todas las acciones dudosas que se produzcan a lo largo de un partido. Y aquí, este pecado, llevará la penitencia, porque saldrán voces interesadas poniendo en duda el porqué se ha visualizado esta jugada y aquella no. ¿Qué turbios intereses, insinuarán, se esconden tras esa decisión que siempre beneficiará más a uno que a otro equipo? Y en cualquier caso, y suponiendo que demos por bueno el fallo, ¿con que íbamos a polemizar el lunes a la hora del desayuno en el bar?