Hay quien cae siempre de pie

Ya lo dice el siempre sabio refranero. Es mejor caer en gracia que ser gracioso, aunque en el caso de quien nos ocupa se combinan perfectamente ambas cosas. Estamos hablando de Joaquín Sánchez Rodríguez (Puerto de Santa María, 1981), más conocido por su nombre que por sus apellidos en su profesión de futbolista. Joaquín es el santo y seña del beticismo desde su debut en el equipo en el 2000 y pese a su periplo por Valencia, Málaga y Fiorentina antes de regresar al Villamarín en el 2015. A sus 37 años está viviendo una verdadera juventud y, siendo el segundo máximo accionista del Betis y futuro propietario y/o presidente, no le han puesto todavía una estatua a la entrada del estadio porque no ha querido. Pero el caso es que Joaquín podría ganarse la vida, aún más cabría añadir, como humorista, monologuista o lo que sea. Colaborador habitual en El hormiguero se hacen virales todas sus entradas en la red –la última sobre su no convocatoria en la selección de Luis Enrique es antológica– y además anuncia para la pequeña pantalla, los zumos Juver con su desparpajo habitual.