La culpa es del realizador

Ya habíamos vaticinado, y no era nada complicado el acierto, que el VAR no acabaría de funcionar en la liga española. Básicamente por nuestra propia idiosincrasia que nos impide aceptar, sin encontrarle algún “pero”, a cualquier sentencia de un estamento superior. Bien sea por nuestra irresistible adicción a buscar agravios previos, al “y tú más” o al “todos van contra los míos y solo ayudan a los tuyos”. El caso es que cada decisión del VAR es motivo de polémica pero jamás hubiésemos caído en quien, por lo visto, es el culpable de tanto desaguisado. Ahora, si se fijan, ya no se ven las líneas en los fuera de juego. Primero lo denunció el arquitecto de El chiringuito, que advirtió que están mal trazadas y que invitaban al error. Tebas remitió el tema a los responsables tecnológicos y luego, montó en cólera contra el programa. Pero ahora las cosas han ido más lejos. El Comité Técnico de Árbitros señala, con nombres y apellidos, a los responsables de la realización televisiva de los partidos. “En los mundiales iba como un Ferrari, aquí, dicen, como un 600”. Y claro, nos equivocamos.