BOIG PER TU
Al final, todos vuelven
Hacía mucho tiempo que no nos pasábamos por el plató de Sálvame. Lo hicimos este viernes para constatar que daba la sensación de que nunca nos hubiésemos ido. Todo sigue igual: las mismas malediciencias, los mismos malos rollos, los mismos cebos que nunca acaban de concretarse del todo, el mismo uso (y abuso) del móvil en pleno directo... y los mismos colaboradores. Se van y lo hacen pero al final todos acaban volviendo, por la mordida y porque sin su presencia televisiva no son nadie. Nos alegró ver que Víctor Sandoval, después de su etapa (y no hace tantos meses de ella) de protagonista de lacrimógenos culebrones, ha vuelto con entusiasmo a su condición de cotilla suavizada por su sección que busca familias de acogida para perros abandonados. Por lo demás, los temas recurrentes son los de siempre: Kiko Matamoros y su ex, Makoke, a la greña y vemos que han recuperado a un clásico, Ortega Cano defendiendo a su nueva esposa, que anda en líos judiciales con acusaciones y desmentidos con el modisto que diseñó su traje de boda que, en este caso, trae cola.