Carretera y pinchazo

El autobús de Jesús Cintora (Agreda, 1977) en La Sexta no tuvo un estreno plácido. Su Carretera y manta pinchó a las primeras de cambio y se quedó con un mínimo 7,7 y un millón de espectadores. Cifras más que pobres si se tiene en cuenta que su inmediato predecesor, Alberto Chicote, hizo, en su programa de despedida, un 14 y pasó de los dos millones de seguidores. Y eso, en una semana, es una barbaridad. Carretera y manta, bajo el lema de periodismo de actualidad, no es un mal programa. Se trata de montar debates in situ y en directo en lugar de llevar a los expertos y/o afectados por el tema a tratar al plató. Cintora, que la verdad es que no tiene demasiada fortuna en sus espacios televisivos (todos le duran muy poco y acaba sistemáticamente defenestrado), todo lo contrario que en la radio, escogió para su debut un tema tan prolijo como los contratos precarios y los abusos de las empresas sobre sus trabajadores. O sea, tela. Su principal defecto es que pretende abarcar mucho y el tiempo televisivo es el que es. Y aún siendo largo, acabó por no profundizar en nada.