Adiós a la abuela de la fabada

Esta semana ha fallecido Antonia Cruells en su domicilio de Sant Martí de Centelles. Un desgraciado accidente al tropezar camino de la cocina para llevar un vacío vaso de leche y darse de cabeza con un mueble acabó con su vida. Nunca quiso decir su edad, y sus pasiones eran los espárragos que cultivaba en su huerto, el senderismo y las sardanas (era miembro activo en la colla Amics de la Sardana de la Vall del Congost). ¿Siguen sin ubicarla? Pues bien, Antonia, que alcanzó la fama ya con edad avanzada, era la abuela que protagonizaba, reconvertida en asturiana, las promociones de las latas de la Fabada Litoral –que, por cierto, como rezaba su icónico lema, “Está de muerte”, aunque dadas las circunstancias parezca un chiste de dudoso gusto–. Seguro que ahora ya la recuerdan, pero es que aquí, en casa, su fama aún fue mayor como colaboradora asidua, tras una participación accidental, en Fricandó matiner de RAC 105 junto a Llucià Ferrer y al grito de su legendario “Bon dia al dematí”, una frase que hizo historia y que, desde ahora mismo, vamos a echar de menos, como el anuncio.