BOIG PER TU
¿Qué les pasa a los Reyes?
Los Reyes, Magos se entiende, ya no son lo que eran. O al menos eso es lo que parece después de ver la que protagonizaron el sábado en las diferentes cabalgatas que aportaron luz, color, alegría, ilusión y, por desgracia, alguna que otra decepción. Jaime Peñafiel, experto donde los haya en la materia, diría aquello de que ya no son profesionales. Pese a su ubicuidad, se necesitan muchos monarcas para cubrir tantos pueblos y ciudades, y se ensaya poco y se improvisa demasiado. Y pasa lo que pasa. Los trenes los dejan colgados en Golmés y Mollerussa; en Vilanova, con las cámaras de TV3 como testigos, rompen una lanza, con mucha sutileza, eso sí, en favor de los presos políticos catalanes, olvidándose de que quizá no era el mejor momento para hacerlo... Pero con todo, la mayor pifia la cometió el rey Baltasar en la localidad vasca de Andoain. El monarca, ante la adhesión inquebrantable que le propinaban grandes y pequeños, se vino arriba en el balcón del ayuntamiento y soltó lo que jamás debió salir de sus labios: “Los padres son los Reyes.” Hay que mejorar, y mucho, los castings.