BOIG PER TU
La verdad, todo un fracaso.
Puede que sea una coincidencia, pero si la alternativa a la supresión de los informativos de Cuatro (o dejarlos reducidos a la mínima expresión) en aras de potenciar el entretenimiento en la cadena de Mediaset ha de ser el Todo es mentira, conducido por Risto Mejide (Barcelona, 1974), estamos arreglados. El publicista siempre ha estado sobrevalorado, televisivamente hablando, desde que se dió a conocer como el jurado malo en OT. Su nuevo programa, en que da el salto del programa semanal, cuando lo ha tenido, al diario, con todo lo que ello representa, está cosechando unos pobrísimos índices de audiencia, básicamente porque no aporta nada, ni nuevo ni original, para competir, en su franja horaria, con el ya consolidado Zapeando de La Sexta. De hecho, Todo es mentira, que utiliza la denuncia de las fake news como excusa, es una mezcla de anteriores programas como Vídeos de primera, La Noria, el propio Zapeando o el Chester, del propio Risto. Ni el esfuerzo de las colaboradoras Itziar Castro o Elsa Ruiz evitan el descalabro. Y eso no es una mentira.