La pasión turca

Hay que reconocer que este país está viviendo una auténtica y devoradora fiebre por las telenovelas turcas, hasta el punto que los mercados proveedores, hasta ahora, de los culebrones (Venezuela, México, Brasil, etc.) están prácticamente olvidados. La cadena Nova fue la pionera en introducir el producto con Medcezir y sobre todo Fatmagül, una historia que enganchó tanto que su último capítulo fue visto, en horario de tarde, por un millón de espectadores. Una cifra impensable en una cadena minoritaria. Ahora, el relevo lo ha tomado Divinity, cuya programación pivota sobre títulos como Sühan: Venganza y amor, Skeleton: Venganza y, sobre todo, Kara Sevda (Amor eterno), que arrasa en las redes sociales. Esta tarde llega una nueva telenovela a Divinity, metida ya con calzador porque ya no queda espacio, Erkenci Kus que es de suponer que será otro éxito. ¿Y qué tienen estas series en común? Sobre todo presupuesto y mucha más calidad que sus colegas sudamericanas. Mejores actores, tramas menos exageradas y más creíbles y, sobre todo, mucho rodaje en exteriores.