Paren, que me bajo

Escribo esto llevado por los prejuicios de una educación gastronómica basada en la cocina tradicional, con ingredientes de primera calidad, cocción lenta, raciones como mandan los cánones y sobremesa adecuada. Por tanto siempre he procurado huir de los fast food, deconstrucciones y esferificaciones varias, platos grandes y raciones minúsculas y menús degustación a precios desorbitados. Por eso, y aún entendiendo la base del programa sobre lo que ayer nos parecía ciencia ficción hoy es una realidad, no dejó de parecernos una boutade el No pot ser de TV3, conducido por Jordi Basté, que ya le vale, dedicado a la gastronomía del futuro más o menos cercano. Lo de degustar un nugget de pollo a partir de una pluma, una hamburguesa a partir de una molécula sin necesidad de matar al animal o el menú 3D en La Boscana de Bellvís (un restaurante excelente, todo hay que decirlo) nos pareció un divertimento pero poco más... Menos mal que Toni Clapés, escéptico donde los haya, puso el contrapunto adecuado. Si esto ha de ser el futuro, paren el mundo que me bajo ya.