Debates sobrevalorados

Escribimos esto horas antes de que comience el debate de TVE entre Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera y Pablo Iglesias y, por supuesto, muchísimo antes del de Atresmedia con idénticos protagonistas. Independientemente de lo que suceda y sin saber a quién los sesudos analistas darán como ganador, siempre he pensado que los debates en la campaña electoral están sobrevalorados. Básicamente porque en ellos no se debate sino que se monologa. Más que convencer se busca atacar al enemigo y, por encima de todo, se busca a la cámara asignada y se suelta un titular que pueda convertirse en trending topic en las redes sociales. Y lo mismo ocurre con las propias campañas. Serán importantes pero prescindibles. A los mítines, salvo casos excepcionales de ciudadanos que acuden a ver qué dicen, van los convencidos de cada partido para aplaudir a su líder. Y más que hallar a los suyos los candidatos, cuando los medios conectan en directo, sueltan la fase elegida por sus responsables de campaña. En fin que estas cosas, como el sarampión, hay que pasarlas.