Noche de los cuchillos largos

Desde que Hitler aprovechó la nocturnidad entre el 30 de junio y el 1 de julio de 1934 para hacer una limpieza a fondo dentro de las estructuras de su propio partido eliminando a los que él creía disidentes, la expresión “noche de los cuchillos largos” se ha venido utilizando siempre que se pasa factura a partir de determinados acontecimientos siempre negativos. La sorprendente eliminación del Barça en la Champions a manos del Liverpool, dilapidando un 3-0 favorable de la ida, fue aprovechada desde diversos sectores para darle a los azulgranas desde todos los ángulos. El responsable de la locución televisiva del partido se vino arriba con los goles ingleses y abrió el repertorio de calificativos que dejó en mantillas al mismísimo Pedro Piqueras. Pero donde se ensañaron a base de bien fue en El Chiringuito. Con Roncero como maestro de ceremonias, aliviaron sus penas blancas con las desgracias ajenas ninguneando al Barça en Europa, a Valverde como entrenador y a buena parte de la plantilla para la que pedían cambios. Solo les faltó decir, y no por ganas, que Messi está sobrevalorado.