La Pantoja resiste

Han pasado ya cuatro semanas y la Pantoja sigue en Honduras. Eso sí, tras un amago de abandonar la isla a la que regresó poco después, convenientemente acicalada. De hecho en las discusiones con Carlos Lozano, que parece que le han puesto allí para ser el personaje antagónico de la tonadillera, en estos últimos días, Isabel Pantoja está en una especie de segundo plano y se airean más posibles rencillas en las revistas del corazón –en las de esta semana su relación de amor-odio con otra de las concursantes, Chelo García Cortés– que en los cayos caribeños. Eso sí, entre los excelentemente editados programas, la dosificación de los golpes de efectos, galas y debates, las audiencias de Telecinco suben (de hecho, casi nunca bajan) y las de Cuatro, el gran beneficiado con el reality, se disparan. Así que todos contentos a la espera de acontecimientos. De momento, Loly Álvarez ha sido la primera expulsada y Violeta (que pasó sin pena ni gloria), la segunda, aunque esta, con el secretismo con el que rodean estas cosas desde la dirección, se ha ido por motivos personales.