BOIG PER TU
¡Vaya, vaya, con Bertín!
Se podrá estar de acuerdo o no con él (muchas veces en desacuerdo, la verdad), pero lo cierto es que Bertín Osborne no pasa desapercibido. Su manera de ser, entre populista y un pelín chulilla, acaba enganchando y sus audiencias son bárbaras. Por eso se lo rifan la mayoría de las cadenas, más allá de Mediaset, para la que trabaja. Como ahora sigue de promoción de su disco de rancheras se fue con Pablo Motos a El Hormiguero. Y además de despotricar contra Podemos, formación política a la que tiene atravesada, y elogiar la cultura del vino tinto (español, por supuesto) contó un secreto que tengo la sensación de haberlo oído ya en alguna que otra ocasión: de no haber sido por los Osborne, jamás hubiese existido la joya literaria de El señor de los anillos. Así, tal cual. Explicación. Resulta que un primo hermano del bisabuelo de Bertín, un sacerdote gaditano llamado Francisco Javier Morgan Osborne se fue a ejercer a Birmingham. Y allí adoptó a un huérfano de 12 años al que le dio cobijo, estudios y universidad. El niño en cuestión se llamaba John Ronald Reuel Tolkien. Tal cual.