Los sobacos de Estopa

Los hermanos Muñoz, o los Estopa, siempre nos han caído bien. Tienen un punto, fingido o no, que uno nunca sabe, de ingenuidad, de no estar todavía baqueteados del todo por la fama y el dinero, que les confiere la sensación de que todavía están, con su gente, en su Cornellà natal. Por eso cuando, en plan promoción, se pasean por los platós televisivos, es bueno estar al loro porque, con toda seguridad, dejarán caer alguna cosa diferente a las habituales en este tipo de casos. Eso es lo que ocurrió en su visita a El Hormiguero de Pablo Motos con su nuevo trabajo discográfico bajo el brazo. Y ahí queríamos llegar porque José, uno de los hermanos Muñoz, explicó que como le diagnosticaron hidrólisis, esto es, sudoración excesiva en los sobacos, se ha sometido a un tratamiento a base de inyectarse bótox en esa parte del cuerpo a razón de 400 por sobaco la sesión. Los alzó y, la verdad, mucho éxito no pareció haber tenido la cosa, aunque como él aseguró, de no haberlo hecho, la cosa aún hubiese sido peor. No hubiese podido levantar los brazos, como un Camacho cualquiera en Corea 2002.