Masters de la chapuza

Los lunes al llegar a casa siempre encuentro puesto Masters de la reforma, el talent-show de Antena 3. Se trata de un concursillo blanco, con malos rollos, los justos, en el que un puñado de adictos al bricolaje hacen reformas de interiores e exteriores recorriendo, con sus caravanas, la geografía de este país. Un juzgado los evalúa y, como en todo concurso, van dejando las herramientas a medida que van quedando eliminados. No entusiasma pero entretiene. Sin embargo hay un detalle que chirría programa tras programa. Será por falta de tiempo o por no saber lo suficiente, las reformas que organizan los esforzados concursantes dejan mucho que desear. ¡Vamos, que son más chapuzas que otra cosa! Al acabar su tiempo, los defectos superan, en mucho a los aciertos. Esta semana, sin ir más lejos, en una casa junto al mar en San Lúcar de Barrameda construyeron una barbacoa que daba la sensación de que iba a venirse abajo al poner la primera chuleta. Menos mal que luego se pasan los profesionales de verdad y arreglan los desaguisados antes de que vengan los propietarios.