Chapoteando en el lodazal

Son tan abyectos, ruines, falsos y fariseos que no vacilan en vender a su propia madre en aras a una buena audiencia y unos minutos de gloria mediática. Nos estamos refiriendo a los miembros del universo Mediaset que, una vez más, este fin de semana, han vuelto a quedar retratados. Liderados por el impresentable Kiko Matamoros, que va dando lecciones de moralidad cuando no tiene aprobada ni la más simple de las asignaturas de primero del tema, se lanzaron a difundir rumores, ciertos o no, sobre su teóricamente compañera, Belén Esteban, y su boda que, por si no lo saben, se casaba pocas horas después. El caso era abrir el ventilador y que saliese el sol por Antequera. Y el mismo sábado, Diego Arrabal, otro que tal, montado en una plataforma de 15 metros, intentando fotografiar la boda y hundir la exclusiva de ¡Hola!.Cómo sería la cosa que hasta Mila Ximénez, de las lenguas más viperinas del plató, acabó estallando el viernes al grito de “¡Ya está bien de lanzar tanta mierda sobre Belén! ¿No deberíamos simplemente desearle un feliz día y toda la felicidad del mundo?”