La (in)cultura del pacto

Desconocemos si Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera, Pablo Casado y Quim Torra siguen lo que pasa en Gran Hermano Vip. Deberían hacerlo, aunque solo fuese por seguir aquella máxima que Mika Waltari ponía en boca de su descreído Sinuhé: “Nada de lo humano me es ajeno.” También, porque al hacerlo, encontrarían muchas similitudes entre lo que acontece en Guadalix de la Sierra o en el Parlamento y/o Parlament. En ambos casos hay estrellas y comparsas pero tanto unos como otros aspiran a permanecer en sus puestos el mayor tiempo posible, y con ello aumentar sus posibilidades de victoria, y para ello no vacilan en establecer pactos y alianzas, muchas veces contra natura, con tal de prevalecer y perseverar en sus empeños. Aunque los mecanismos en que se mueven los acuerdos deberían de ir acompañados de un manual de instrucciones mínimamente comprensible, unos y otros se unen (a veces se desunen poco después) para desbancar al rival, que no diremos aunque lo parezca, enemigo. En una casa, lo logran. En la otra casa, no. ¡Samanté para todos, amigos!