Algo de cierto habrá

Hay que rendirse a la evidencia. Vestida y maquillada por su peor enemigo/a, Belén Esteban acabó siendo la principal protagonista en la entrega de los premios Iris de televisión cuando subió al escenario para recoger el premio de la crítica concedido a Sálvame. La princesa del pueblo, que ahora parece que ya es reina, fue capaz de eclipsar a todos los demás galardonados, que dio la sensación que quedaban en un segundo plano pese a los cinco galardones que se llevó La casa de papel o otros pesos pesados del medio como Matías Prats o David Broncano o programas como Al rojo vivo o Cachitos de hierro y cromo. Allá que se fue ella, viniéndose arriba como le suele suceder a menudo cuando se sabe ganadora, y, chuleta en mano, leyó un manifiesto que las malas lenguas aseguran que escribió Jorge Javier Vázquez, en que lanzó un aviso para navegantes que, como mínimo, nos debería de hacer reflexionar a todos: “Por fin se premia a la televisión que entretiene a la mayoría de la gente.” Y Sálvame lleva once años en antena.