BOIG PER TU
El niño del tambor
Llámenme anticuado pero no acabo de verle la gracia a concursos, como es el caso de Got Talent, en el que lanzan a la arena a niños como concursantes: por la presión, por el disgusto si no ganan o por casos como el que nos ocupa, en qué además se proclaman campeones. Ha sucedido esta semana con Hugo Molina, un niño de tres años (sí, han leído bien) cuya habilidad manifiesta es que toca el tambor de maravilla (habría que oír a sus vecinos de Huelva a la hora de los ensayos). El pequeño Hugo encandiló a todos desde su presentación, en qué marcaba los pasos tamboriles de las procesiones de Semana Santa, y en la final se atrevió con el villancico Campana sobre campana. Y eso hay que ensayarlo... y mucho. Y las deshoras en que estos shows acaban a las tantas. Y para acabarlo de arreglar aparece, que también no deja de ser noticia, el secretario del Nuncio Episcopal comunicando que el mismísimo Papa Francisco le espera en Roma y que no se deje, por supuesto, el tambor ni las vaquetas para tocarlo. Para Hugo Molina, demasiadas emociones. Habrá que verle en su clase de P-3.