BOIG PER TU
Por un puñado de euros
Por una millonaria cantidad de euros, considerable cabría añadir, la Federación Española de Fútbol se ha avenido a blanquear la imagen de la férrea dictadura de Arabia Saudí, país donde los derechos humanos andan bajo mínimos y los de las mujeres, aún peor, llevando hasta allí la Supercopa de España en un formato antinatural que ha conseguido, por ejemplo, que el campeón de Copa no juegue final (y escribimos esto antes del Atlético-Barça, que podría provocar que el campeón de Liga tampoco la dispute). Salvo Movistar, que no le ha hecho ascos a la audiencia (ha sido la única que ha pujado a bajo precio por los derechos televisivos), ninguna televisión más ha querido participar en esta pamema con contadísimos seguidores españoles en la grada. Arabia vende sus excelencias a través del turismo y llevando a su territorio cuantos acontecimientos deportivos le caen en la mano. Desde aquí, en plan provinciano, se destaca el lujo saudí y se rompe una lanza en favor de la apertura elevando a noticia trascendente la anécdota de que a las mujeres se les permita asistir a los partidos.