BOIG PER TU
El adiós a un innovador
A las nuevas generaciones el nombre de Santi Sans (Barcelona, 1933) no les va a sonar demasiado, o nada. Pero deben saber que este humorista, forjado durante muchos años en los escenarios, fue uno de los humoristas e imitadores más celebrados en la única televisión que existía en este país en la década de los 60, y sobre todo en los 70. Gracias a un consejo de Adolfo Marsillach, abandonó su etapa de actor cómico en revistas del Paralelo barcelonés prestándose al lucimiento de vedettes como Bárbara Rey, Norma Duval, Tania Doris o Lita Claver La Maña, para emprender nuevas aventuras en el cine (más de 20 títulos en su haber) o teatro, siempre como secundario de lujo, y alcanzar así la máxima popularidad en la pequeña pantalla en los primeros Un, dos, tres con Kiko Ledgard o en TV3 en espacios como Tres i l’astròleg o Filiprim, o incluso en un culebrón de fama como fue Laberint d’ombres. Ahora se nos ha ido, pero siempre le recordaremos como impecable imitador de los entonces imitables Julio Iglesias, Dalí, Rodríguez de la Fuente o Alfonso Sánchez.