BOIG PER TU
Un decreto a medida
Las malas lenguas siempre han afirmado que las casas de apuestas habían llegado para quedarse, que con lo que aportan en impuestos a las arcas del estado tienen patente de corso, o casi. Ahora el Gobierno está a punto de aprobar un decreto ley para regular el uso y abuso de la publicidad de las apuestas on-line en radio y televisión. Uno piensa: “ya era hora.” Incluso aplaude cuando ve que esta quedara limitada a la franja horaria entre la una y las cinco de la madrugada. Pero luego mira la letra pequeña y constata que las malas lenguas tenían razón al respecto. ¡Ah, amigo! Resulta que la prohibición quedará exenta en aquellos acontecimientos deportivos que comiencen a partir de las 20.00 horas. O sea, que seguiremos viendo las interminables promociones en los partidos de la Champions de las 21.00 horas y en los tres, de promedio, que se emiten de la Primera y Segunda división, semanalmente, en esa misma franja horaria. Y lo mismo ocurre con la publicidad estática. A partir de las 20.00 horas, toda. Francamente, para esta chapuza no hacían falta tantas alforjas. ¿Apostamos algo?