BOIG PER TU
¿No son supervivientes?
Como las audiencias no son lo que se esperaba (aún siendo buenas) y las forzadas rencillas entre los concursantes no dan para mucho (por ahora), Dios ha venido a ver a los esforzados galeotes de Supervivientes en forma de tormenta tropical, que ha obligado a todo el equipo a abandonar el paradisíaco Cayo Cochinos para refugiarse en el no menos atractivo Cayo Menor, donde está ubicada la Palapa y el estado mayor técnico de Mediaset. No es que nadie haya corrido el más mínimo riesgo, pese a la lluvia, el viento y las olas de cuatro a cinco metros, pero la cosa, convenientemente editada, contada de manera sesgada y con una música de fondo adecuada, ha hecho que las penurias de los concursantes hayan dejado en un juego de niños la lucha por sobrevivir de los náufragos del Titanic, por citar un ejemplo. Y no solo eso, porque sabiamente dosificada la cosa, que de eso saben mucho en la casa, y hasta que no haya nada más noticiable, dará para mucho en Sálvame, Cazamariposas y en las galas y especiales, tanto de Telecinco como de Cuatro. ¡Jo, todas les ponen!