BOIG PER TU
Y también... Eurovisión
No cabe duda que el Covid-19 ha provocado cosas que jamás hubiésemos esperado ver en televisión, más allá de condicionar la parrilla diaria: programas sin público; los tertulianos pontificando, de lo que saben (poco) y de lo que no saben (bastante), desde casa; presentadores en camiseta haciendo su trabajo desde su hogar (Buenafuente fue de los primeros con su Late Motiv); el cierre de la Academia de OT; los Supervivientes de Mediaset enterándose en directo de lo que ocurre en este país y... que por primera vez desde 1956, y mira que han pasado cosas desde entonces, se ha suspendido el festival de Eurovisión. Desde su primera edición en Lugano con el triunfo de la suiza Lys Assia cantando Refrain jamás había faltado a su cita con la audiencia, y estamos hablando de un pico de 600 millones de espectadores. Poca broma. Un festival que de puertas a fuera nadie ve y todos denostan pero luego, en la comodidad de casa, es otra cosa. Por cierto, ¿sabían que Irlanda, con siete triunfos, lidera el ranking de ganadores? Eso sí, a Róterdam ya le han concedido la edición del 2021.