Buena idea, pero pobre

Ahora que todas las televisiones se están rompiendo la cabeza para no sucumbir ante el imparable avance del Covid-19, TVE ha estrenado un programa titulado Todos en casa (martes, 22.40 horas). Lo presenta desde su casa (nada de plató) Ion Aramendi, que llega desde la autonómica vasca, varios años en Sálvame como reportero y presentador del concurso El cazador, en La 1, quien podrá presumir de ser de los más breves de la historia (no ha llegado ni al mes). Su idea no es original, porque otras muchas cadenas ya llevan días aplicándola de manera más o menos parecida: hacer llegar a los espectadores qué es lo que hacen los españoles, famosos o anónimos, en el país o en el extranjero, durante estos días –y los que quedan– de confinamiento. Todos entran desde sus domicilios y explican lo suyo. La audiencia no ha sido nada buena, pero tampoco es un factor importante, tratándose como se trata de un espacio de servicio público. Lo realmente criticable es que, precisamente por eso, se emita solamente un día a la semana. Si se piensa, resulta de lo más inexplicable.