Con la miel en los labios

Nunca hemos sido demasiado aficionados a comentar programas o series de pago, pero vamos a hacer una excepción con Veneno. Vida y muerte de un icono, que estrenó este domingo Atresmedia en su plataforma Atresplayer. En primer lugar para aplaudir la factura de la historia de La Veneno, nacida como José Antonio Ortiz Rodríguez (1964-2016), a quien una avispada reportera rescató de la prostitución callejera en Madrid para llevarla en volandas a Esta noche cruzamos el Mississippi (1996), donde Pepe Navarro la acogió con los brazos abiertos para convertirla en un éxito a costa de difundir sus miserias (aún recordamos el día en que sus padres fueron al plató para ver en directo en qué se había convertido su hijo): fama momentánea, presencia en platós televisivos, un par de películas (porno) y el paso por la cárcel (2003-2006) para acabar con sus memorias, ¡Digo! Ni puta ni santa. La serie lo explica todo, hasta su extraña muerte. Pero, en segundo lugar, para criticar que solo pueda emitirse una de las ocho entregas. Las demás, paralizadas por el Covid-19. ¿No podían esperarse?