El encanto de la añoranza

En casa comenzamos a estar agobiados por tanta sobredosis de información del coronavirus, que si no fuese por el baile de cifras sería idéntica de un día a otro. También estamos ya saturados de saber lo que hacen famosos, conocidos y saludados durante el confinamiento (que en realidad nos importa un pimiento). Así las cosas, nos fijamos en el mundo de los anuncios televisivos. Ya han desaparecido promociones de coches, cervezas con los amigos y apuestas on-line (aunque su regulación es anterior al Covid-19). Pero hay uno al que le tenemos especial cariño. Es aquel en que Alberto Chicote promociona el queso manchego con DO. Es antiguo, de setiembre de 2019, pero aún lo emiten. Ahora sería impensable: local lleno, camareros rozando al cliente, Chicote entrando en la cocina sin protección alguna... El anuncio no es nada del otro mundo pero nos permite recordar, y añorar, que hace un tiempo que ya parece muy lejano, existieron unos espacios llamados restaurantes que nos hicieron disfrutar de los pequeños, y a la vez importantes, placeres de la vida.