BOIG PER TU
Adiós a una buena serie
El jueves se emitió en Paramount (en TV3 ya se había podido ver hace un tiempo) el último capítulo, esperemos que momentáneamente hasta una nueva temporada, de una excelente serie de detectives: la canadiense Los misterios de Murdoch, que gira en torno a un detective de la comisaría número 4 de Toronto a finales del siglo XIX. Murdoch está, por si no han visto ninguna entrega, a caballo entre Sherlock Holmes (por la vinculación de su trabajo con la ciencia) y Poirot (por su capacidad deductiva). De trama entretenida y asesinatos complejos de esclarecer, destaca por el entorno (un católico en una comunidad protestante) y por aparecer en ella personajes reales como Buffalo Bill, H.G. Wells, Jack London, Conan Doyle, Henry Ford, Churchill, Graham Bell, Houdini o Edison; pero sobre todo por sus anacrónicos gadgets precursores de futuros inventos como el sonar, escuchas telefónicas, el fax, silenciadores para las pistolas o gafas de visión nocturnas. Y por supuesto, la tensión sexual no resuelta del protagonista con la forense de la comisaría, hecho inusual en esa época.