Anuncios que ya cansan

Vivimos tiempos convulsos en televisión por el Covid-19. Por citar un ejemplo, demasiadas ruedas de prensa de altos mandos que hablan mucho, dicen muy poco y provocan confusión con sus palabras. Estos días, sin ir más lejos: “Mañana a trabajar pero quédate en casa”, o al constatar que la mayoría huye de los transportes públicos, por miedo, y vuelve al coche particular, “se van a cerrar gasolineras”. Y ya puestos, a ver si alguna mente privilegiada le da por suprimir esas imágenes, casi indecentes, de guapos, ricos y famosos confinados en sus mansiones de 500, o más, metros cuadrados con inmensos jardines y piscinas mientras se distraen con insufribles retos que acaban siendo virales. Pero a lo que vamos. Entre esos anuncios que debemos sufrir los telespectadores, además de lecciones de autoayuda, están las teletiendas, especialmente en Tr3ce y Paramount: relojes para gente con clase, sillones que menos dar la hora lo hacen todo, cintas para andar y unos irritantes masajeadores de pies. Todos los productos, a precios irrisorios. Acaban agotando al personal.