BOIG PER TU
¿Queda alguien confinado?
En casa nos hace cierta gracia ver en la pequeña pantalla o oír en la radio a profesionales del medio que siguen trabajando desde sus casas preguntando a invitados y/o tertulianos, también en las suyas, qué tal llevan el confinamiento. A estas alturas del partido cabría ya preguntarse de qué confinamiento estamos hablando. Salvo contadas excepciones, salvo contagiados y/o convalecientes, ya no queda nadie por confinar. De acuerdo, colegios, restaurantes y grandes superficies no abren de momento. Pero salvo excepciones, y montándoselo bien, uno puede pasar el día entero en la calle: trabajo, paseo, niños, perro, compras, ir a la playa y demás diligencias; y si lo llevamos al extremo al extremo, pasarse las horas en la terraza del bar, y sin mascarilla: desayuno, aperitivo, almuerzo, el chupito de la sobremesa, merienda y el gin-tonic de la noche. Y aún falta el futbol sin público con la prensa escrita y radiofónica haciendo las crónicas o retransmisiones desde la redacción, viéndolo por la tele. Como lo acaba de clavar Luis Enrique: “es como bailar con tu hermana”.