Una aberración cinéfila

Ted Turner, magnate de la comunicación (fundó la mítica CNN, entre otros logros) tuvo la idea en los 80, a fin de potenciar su productora de televisión por cable, de colorear digitalmente grandes clásicos del cine en blanco y negro. Se atrevió incluso con Qué bello es vivir o Casablanca. Fue ganando juicios y ganando millones hasta que en París el Supremo francés dio la razón a Anjelica Huston, que litigó para que no se emitiera en color El sueño eterno, uno de los títulos más emblemáticos de su padre. Fin del coloreado. Sin embargo, en la etapa de Pilar Miró como directora de RTVE se compraron varias de estas películas y, por lo visto, los responsables actuales no cayeron en la cuenta y, ni cortos ni perezosos, emitieron el jueves (12.00 horas, en La 2) Río Rojo, uno de los clásicos entre los clásicos de Howard Hawks (1948), con un horripilante coloreado que hacía daño a los ojos de los cinéfilos ante tamaña aberración de TVE. Si Russell Harlan, responsable de la fotografía del film, fallecido en 1974, hubiese levantado la cabeza se habría vuelto de inmediato a la tumba.