El fútbol come aparte

No hay que darle más vueltas a algo tan sabido como que el fútbol vive en otro mundo y sus futbolistas en él. Con el denominado Pacto de Viana en el que, a cambio de una millonada, RFEF, AFE y el CSD se plegaron a los designios de Tebas de reanudar cuanto antes las ligas profesionales antes de que se hundiera, quizá para siempre, el chiringuito televisivo, ha alcanzado sus últimos objetivos: el 11 de junio vuelve la Liga en Primera y Segunda División. En Segunda B, salvo los adulterados, injustos y discriminatorios play off exprés, no, no sea caso que se contagien sus pobrecitos jugadores, que para los que mandan son los parias del futbol. Va a ser un non-stop de domingo a domingo (Rubiales también se ha tragado lo de los lunes) hasta acabar el campeonato. No importa que hasta el 21 de junio vaya a seguir el estado de alarma y no se pueda viajar por España, porque habrá zonas en diferentes fases de desescalada. Da igual, el espectáculo ha de continuar y los futbolistas tienen salvoconducto. No celebrarán los goles pero se estrujarán en faltas y córners. La tele lo permite todo.