La casa tonta

Telecinco, que no se concede ni un instante de respiro en lo tocante a los realities, ha estrenado La casa fuerte, una especie del estigmatizado Gran Hermano recluyendo por parejas a saludados y conocidos en una casa aunque con una variante: la mitad vive cómodamente en el interior, con ganancias y en confortables habitaciones, y la otra mitad en el jardín, en condiciones más precarias y con el objetivo de arrebatarles sus prebendas e intercambiar posiciones. Para que la cosa funcione, y a fe que lo hace, Mediaset ha puesto en marcha toda su engrasada maquinaria promocional a base de galas, especiales y espacios fijos en Sálvame, Socialité y Deluxe. Con Jorge Javier, Nuria Marín, y Sonsoles Ónega como maestros de ceremonias, La casa fuerte chirría por el escaso nivel mediático de los concursantes. Hasta el punto que las “estrellas” son Yola Berrocal (Ciudad Real, 1970), antaño fija en los platós, y Leticia Sabater (Barcelona, 1966), que de presentadora de espacios infantiles es ahora una friki musical con temas como La salchipapa o El polvorrón.