BOIG PER TU
Lacitos de hilo y celo
La 1 de TVE ha estrenado la tercera temporada de Lazos de sangre, un programa presentado desde 2019 por el histriónico siempre sobreactuado Boris Izaguirre (en la primera temporada la responsable fue Inés Ballester), que explica la historia de las grandes sagas familiares, y sobre todo mediáticas, de este país para luego despellejarlas, al más puro estilo Mediaset, en un posterior debate. Por el plató ya han pasado, entre otros, los Alba, los Flores, los Rivera Ordóñez, los Sánchez Vicario, los Dominguín Bosé, los Thyssen o los Pantoja. Para arrancar temporada le ha tocado a Carmen Sevilla, pero más que Lazos de sangre fueron unos “lacitos de hilo y celo” (la cinta adhesiva que inventó Richard G. Drew, en 1925) porque de la familia no fue nadie (su hijo se negó a acudir) y ella está desde hace años internada en una residencia con Alzheimer. O sea, un programa de lo más light que solo animó en el debate Rocío Carrasco, que acabó hablando de lo suyo y el posterior cabreo en las redes de José Manuel Parada, que se quejó de que solo se airease su pelea con Carmen Sevilla.