BOIG PER TU
La peor de las imágenes
Soplan malos tiempos para el Segrià, y en breve para el Pla d’Urgell y La Noguera. Y sin llegar al extremo de aplicar el clásico “¡Piove, porco governo!” cabe convenir que las cosas se han hecho cuando menos de forma demasiado improvisada y repleta de incógnitas y contradicciones. Ahora mismo la imagen que está mostrando Lleida ante los medios de comunicación, sobre todo los de La Panadella para allá y los mesetarios, es la de una población, por citar un ejemplo, del sur de la América más profunda. Y tampoco es eso. La crisis de los temporeros, agravada ahora por el Covid-19 en forma de rebrotes, no es nueva. Lleva años arrastrándose. Y nadie, absolutamente nadie, ha hecho nada para solventarla. Eso sí, ahora todo es correr, llevarse las manos a la cabeza y rasgarse las vestiduras. Es aquello, volviendo al refranero, de “entre todos la mataron y ella solita se murió”, confirmando que solo aparece el nombre de Lleida cuando hay malas noticias. Aunque tranquilos, cuando acabe la temporada, que acabará, se apagarán los focos y a otra cosa. Eso sí, hasta la próxima.