Un verano de risa

Mientras en Madrid da la sensación que están de vacaciones y en Catalunya en la inopia, los creativos de las grandes firmas publicitarias están haciendo horas extras para modificar las campañas, que les habían quedado de lo más molonas, para vender las excelencias de las destinaciones turísticas interiores después de haber superado (ya se ve que fue un espejismo) el confinamiento. Como al igual que en el juego de la Oca, hemos retrocedido a la casilla de partida, muchas de ellas se han quedado obsoletas. Aquello de “Como en España en ningún sitio”, “El paraíso está aquí al lado” o “Catalunya, ¿dónde mejor?” se ha resquebrajado. La única que la ha clavado, aunque con un sentido totalmente distinto al que se pretendía, ha sido Cuatro con su genérica “Un verano de risa”. De risa por no llorar aunque en zonas confinadas por consejo, que no prohibidas, no se ha notado. Lo ven en la foto, los barceloneses, con 400.000 salidas, se lanzaron a por la playa como si no hubiese un mañana, y en un día tan especial como el de ayer: 84 años del fatídico 18 de julio de 1936. No hemos aprendido nada.