Mooolt booon 'foraster'!!!

Reconozco que en casa somos muy fans de El foraster y de Quim Masferrer. Así que no es de extrañar que nos entusiasmara su retorno a TV3, con su ya sexta temporada. Pero filias aparte, es de justicia proclamar que su visita a L’Estany fue uno de sus mejores programas y, desde luego, el mejor monólogo que haya pronunciado jamás (mérito también de los guionistas). Rodado ya con mascarillas (aunque sin distancia), Masferrer supo tocar la fibra, después de divertirnos con los desayunos pantagruélicos en el Hostal Grau; el director del colegio que lleva su vida en el coche a base de pegatinas o el apasionado amor de Pol, a sus 12 años, por Mireia, una compañera de clase, y también emocionarnos con la vitalista Angelina, de 87 años, en la residencia del pueblo explicando cómo sus cuidadoras, incluida Dolors, la cocinera, se confinaron tres meses con los residentes para poderlas cuidar; o como Emma, médico urbanita de Barcelona, ha descubierto una nueva vida como médico rural haciendo de todos los vecinos su familia. Como grita en el escenario: fue un “mooolt boooon foraster!”