BOIG PER TU
¿Indepes en 'MasterChef'?
Vaya por delante que tenemos más que asumido que las redes sociales las carga el diablo y que, parafraseando al maestro Poncela, no es aconsejable fiarse (lo decía por los reyes destronados) de las adhesiones inquebrantables de las multitudes. Todo esto viene a cuento por la guerra en las redes, auspiciada por los usuarios más ultramontanos, acerca del último MasterChef, grabado en su día en Barcelona, y más concretamente en La Boqueria (que con lo alicaída que anda no estaba de más darle un empujón, a ella y a las Ramblas). Jordi Cruz, cosa lógica, recibió a los concursantes en catalán y MasterChef lo subtituló. Pero Samantha Vallejo-Nágera, derechona ella, apareció con un lazo amarillo ciñendo su cintura como si diese apoyo a los presos políticos catalanes. Y claro, ardió Troya con esa tradición amorosa iniciada en la Guerra de Secesión americana, que John Ford plasmó en su Legión invencible (1940) y que elevaron a clásico musical The Andrews Sisters en los 40 y Tony Orlando, en los 70, y que aquí en España versionaron en castellano Los Mismos (1973).