Satisfacción solo a medias

Nos da la sensación de que a Marc Ribas (Girona, 1976) lo están exprimiendo demasiado en TV3. No le dejan descansar y él, como chef, debería saberlo: hay platos que provocan hastío. A Marc lo hemos visto en Cuines, lo ha simultaneado con Joc de Cartes, y ahora, sin tiempo a descansar, lo han metido en el Pop up xef. Y aún reconociendo que ha dejado su cansino “brutal” en la puerta de entrada, su nuevo espacio, en el que sigue abusando del desafío entre fogones, resulta cansino. O mejor aún, demasiado irregular. Exceso de presentación, demasiada preparación y muy poca escenificación de la elaboración de las recetas. Si su estreno en Palamós no pasó de discreto (pese a sus más que correctas audiencias), su segundo programa en Les Borges Blanques tampoco provocó adhesiones inquebrantables. De hecho, las dos ayudantes de la capital de Les Garrigues, Pili y Trini, acabaron comiéndose al resto del equipo. El jurado no local, pesadito; y la voz en off (lo peor del programa), irritante y cansina. El show queda a medio hacer. Francamente mejorable.