BOIG PER TU
'El Foraster', el reto imposible
En el actual firmamento televisivo hay muy pocos comunicadores (podrían contarse con los dedos de una mano) que provoquen tanta empatía con el espectador como Quim Masferrer en El Foraster (TV3). A diferencia de sus colegas en la versión en castellano del programa, arrasa, no ya en audiencia, que también, sino en la relación con los vecinos de los pueblos que visita, como en este último, en Rellinars, donde pudo reunirse con uno de sus grandes ídolos, el piloto Jordi Tarrés, siete veces campeón del Mundo de Trial. Sin embargo, Masferrer tiene una espinita clavada y así se lo confesó esta semana a Jordi Basté en su programa de RAC1. Y lo que más le apena al presentador es que no le ve solución, al menos de momento. Lo que le desasosiega a Quim es que no podrá cumplir con su gran ilusión de hacer el programa en su Sant Feliu de Buixalleu natal, allá en La Selva. Claro, él razona y llega a la conclusión de que viviendo allí (porque nunca ha querido abandonarlo) no podría ser nunca un “foraster” y el espacio, por definición, no tendría sentido. No es un tema baladí, no.